Seguro que en más de una ocasión te has preguntado si es mala la laca para el pelo, así como otros productos capilares como la espuma o la gomina.
En muchas ocasiones, la caída del pelo es algo que ocurre debido a factores genéticos o de estrés. En otras, además, se realiza un abuso de determinados productos químicos que pueden acabar afectando a la salud de nuestro cabello.
Son numerosas las personas que realizan un uso diario continuado de productos para la fijación del cabello que, a largo plazo, terminan deteriorando la salud de su cuero cabelludo. Por consiguiente, se genera el debilitamiento de las raíces y posteriormente la caída excesiva del mismo, llegando incluso a generar verdaderos huecos vacíos de pelo en la cabeza.
Si hay algo que, llegada cierta edad, todo el mundo pretende evitar a toda costa es la caída del pelo. Existen determinados tratamientos y cuidados que colaboran para que esto se frene o deje de ocurrir de forma tan persistente, pero si no colaboramos y seguimos empleando determinados productos para la belleza del pelo, es inevitable que no podamos frenarlo.
No todos los productos son tóxicos ni un uso ocasional es perjudicial, pero un uso abusivo propiciará que el cabello cambie su aspecto y deje de tener vida, se caiga en exceso y parezca más frágil y quebradizo. Esto se debe al exceso de elementos químicos que tienen las lacas, gominas y espumas de fijación, entre otros.
Existen muchos productos necesarios para el cuidado diario de nuestro cabello, y es que la limpieza de este, así como las mascarillas o acondicionadores, nos ayudan a que nuestro pelo luzca sano y limpio, y, además, se encuentre protegido.
En el caso de la laca ocurre algo distinto, pues para conseguir el efecto fijación que deja en el pelo es necesario que contenga una larga lista de elementos que no son positivos. Entre ellos, se encuentra el alcohol, que no es un producto benévolo para el cabello ni para la piel, sobre todo aplicado en exceso, o el etanol, responsable de que el cabello se reseque en exceso para que mantenga la forma inicial que se le ha dado y que hará que el pelo esté más quebradizo e incluso que pierdas pelo. El etanol también será el responsable de una posible irritación de nuestro cuero cabelludo, debilitando los folículos que mantienen nuestro pelo con volumen y espesor y propiciando un debilitamiento y una caída inminente.
Aún así, se puede decir que no todas las lacas tienen estos efectos, ya que algunas de ellas contienen elementos que, ante todo, protegen el pelo. El problema ocurre cuando no se tiene medida con la cantidad y la asiduidad con la que la aplicamos.
En cuanto al uso de la gomina, comparada con la laca podría ser menos perjudicial dependiendo del aspecto. La laca contiene una mayor cantidad de alcohol y otros elementos, dado que su formato es en spray, mientras que la gomina es un elemento que se presenta en forma de gel líquido.
¿Qué problema tiene la gomina? Sobre todo que su textura, una vez se seca y se fija en el cabello, no le deja respirar, ni tampoco al cuero cabelludo si se aplica desde el inicio hasta la raíz. El uso continuado de la gomina deja el cabello débil y se cae. Limitar su uso a poca cantidad o a pocas ocasiones ayudará a ver cómo el cabello vuelve a tener su forma y volumen inicial.
Lo que ocurre con la cera es similar a lo que ocurre con la gomina, ya que esta consigue fijar de una forma más natural. No obstante, el resultado, a pesar de ser similar, tiene una textura más grasa que consigue que el resultado sea mate (la gomina suele dejar brillo en el pelo). Lo que puede ocurrir, aparte de que el cabello se caiga en exceso por su uso abusivo, es que tenga siempre una textura grasa poco agradable.
La finalidad principal de la espuma es conseguir que el cabello tenga un mayor volumen a la vez que consigue fijar el cabello. El resultado no es el mismo que el de la laca, pues en este caso queda apelmazado dejando durante horas un efecto mojado. En raras ocasiones, la espuma se aplica desde la raíz, pero de todos modos consigue también cambiar la naturaleza del cabello tras muchos usos de la misma.
Existen temporadas en las que es normal que el cabello se caiga y aparezca cabello nuevo, pero en otras ocasiones, si no está identificada una causa concreta, puede ser símbolo de que algo no va bien.
De todos modos, es fácil identificar dicha causa, ya que el cabello es de las primeras partes del cuerpo en pronunciarse cuando existe algo que se debe vigilar.
– Por ejemplo, el estrés y la ansiedad causan a menudo la pérdida o debilitamiento del pelo.
– También el postparto puede terminar con un gran volumen de cabello.
– El uso continuado de productos químicos, tintes y tratamientos para el pelo terminan por debilitarlo y acaban con su brillo natural.
– No llevar una alimentación rica en todos los nutrientes necesarios también se verá reflejado en nuestro pelo.
– Si genéticamente nuestros padres o abuelos han tenido tendencia a la alopecia, es muy probable que esa sea la causa de nuestra pérdida de cabello.
– Las hormonas son muchas veces las causantes de esta patología.
– Uno de los signos de la edad es la pérdida de cabello, ya que no se tiene la misma cantidad con 70 años que con 30.
– Algunos medicamentos pueden propiciar la pérdida de pelo.
Algunos de estos casos tienen remedio y está en manos de cada uno de los pacientes, pero en otros casos se puede recurrir a determinados centros capilares especializados que nos ayudarán a conseguir que nuestro pelo, mediante tratamientos o injertos, vuelva a lucir como antes.
MADRID Goya 7 - Nº Reg. Sanitario: CS15283
BARCELONA Pº Gracia 44 - Nº Reg. Sanitario: E08746991
SEVILLA Av. Constitución 40 - Nº Reg. Sanitario: NICA 32272
Contenido revisado por el equipo médico de Corporación Capilar - Última modificación 27/12/2022
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Contenido revisado por el equipo médico de Corporación Capilar - Última modificación 01/02/2023